González Davison, premio guatemalteco de novela 1987, aunando su capacidad de escritor, internacionalista e historiador, logra articular una novela sin precedentes, cuyo drama se centra en la polémica figura de Jacobo Arbenz Guzmán (presidente de Guatemala de 1951 a 1954) durante el mes de su derrocamiento. Es una tragedia personal cuyo impacto nacional se resalta en esta obra, fruto de arduas investigaciones del autor en Estados Unidos y su tierra natal.
Esta novela confirma una tradición latinoamericana de troquelar la narrativa literaria en fuente de comprensión de determinadas etapas del desarrollo de nuestras sociedades, generando un aporte cultural invaluable.
La amenidad, producto de la agilidad y del continuo descubrimiento de un complot, se expande con toques de ficción y de magia de un clarividente, convertido en una especie de coro griego, por cuya voz se presagia la tragedia, sin posibilidad de evitar que se consume.
Las sorpresas saltan a la vista, incluso para el conocedor de este período, hasta llevar al lector hacia una reflexión en retrospectiva que no busca culpables ni inocentes, sino evitar que se repitan los errores de ayer.